Recuerdo tener ocho años y estar en clase en la primaria, lo primero que uno se imagina es lo típico, tener diversas materias algunas que nos gustan más y otras menos. Pero algo que siento que me marcaba era mi maestra con la cual cada clase era un mundo nuevo, una aventura por descubrir, todas las jornadas al final nos leía un libro en particular de María Elena Walsh, lo que lo hacía mágico era el modo en el que lo expresaba y como nos hacía sentir. Mi seño Lili en cada palabra en cada premio que nos daba por nuestros logros nos hacía sentir que íbamos por el camino correcto y que importante es la valoración. También recuerdo a mi Tío Nigui como respondía a cada curiosidad o como con un simple gesto me hacía saber si iba bien o mal, cada paseo era una nueva enseñanza que hoy son marcas hermosas en mi corazón y mi vida, cada palabra, cada abrazo llenaban y consolaban mi alma ¿Cómo es posible que una persona nos modifique tanto? ¿Cómo logran llegar a cada fibra de nuestro ser y nos convierten en quienes somos? Verdad.
Tal vez puede ser un familiar un amigo una maestra o un simple conocido. Cómo es mi caso o una persona o un libro o canción el que nos marca y nos transforma, también algún momento malo que hace que digamos: «es el momento de cambiar, no quiero seguir asi». El valor de las marcas nos hacen quienes somos, nos dan nuestra identidad, cada momento. Todos tenemos esa marca que nos transforma, desde lo feliz hasta una cicatriz que nos hace recordar porque estamos acá y eso va marcando nuestro destino para seguir avanzando y hoy más que nunca. Todos tenemos esos grandes maestros de la vida que repercuten día a día en nosotros y nos recuerdan el valor que tenemos y que siempre hay que seguir en la lucha y no dejar está gran aventura que es la vida.
Tal vez puede ser un familiar un amigo una maestra o un simple conocido. Cómo es mi caso o una persona o un libro o canción el que nos marca y nos transforma, también algún momento malo que hace que digamos: «es el momento de cambiar, no quiero seguir asi». El valor de las marcas nos hacen quienes somos, nos dan nuestra identidad, cada momento. Todos tenemos esa marca que nos transforma, desde lo feliz hasta una cicatriz que nos hace recordar porque estamos acá y eso va marcando nuestro destino para seguir avanzando y hoy más que nunca. Todos tenemos esos grandes maestros de la vida que repercuten día a día en nosotros y nos recuerdan el valor que tenemos y que siempre hay que seguir en la lucha y no dejar está gran aventura que es la vida.
Por: Carolina Dadone Ledesma