El debate sobre la apertura del Jardín Maternal Laureano tomó vuelo en los medios de comunicación y caminos de malas intenciones. Esta más que explicado que esta decisión implica el traslado al nuevo edificio “Laureano” de todos los servicios que se prestaban en el Jardín “Sagrada Familia”. Y es entendible que la medida genere sentimientos encontrados por el arraigo y la identificación del edificio con esta política pública. Pero para crecer, mejorar la calidad, la extensión y la descentralización del servicio con un adecuado uso de los fondos públicos hay que tomar decisiones Inteligentes. Y lo vamos a explicar y defender las veces que sean necesarias. Para eso estamos en la gestión.
Es fácil hablar desde afuera, sin tener que asumir costos ni dar explicaciones. Hay que entender que las buenas ideas de gestiones pasadas hoy pueden ser ineficientes y no responder a las necesidades, demandas o prioridades actuales. Me parece que se intenta instalar de forma mal intencionada la falsa idea del cierre de un Jardín maternal.
Cerrar un maternal implica dejar gente sin trabajo, bajar la matrícula de chicos, trasladar la dificultad del cuidado de los niños a las familias que organizan el cumplimiento de jornada laboral con este servicio, disminuir presupuesto en educación y múltiples efectos negativo para la comunidad.
Nada de esto está pasando en Saladillo. Por el contrario la apertura del Laureano es un logro de esta gestión, es un «símbolo» de crecimiento sostenido en política educativa municipal.
Es una decisión inteligente porque:
– Optimiza recursos y fondos públicos.
-Mejora la calidad en la prestación del servicio al inaugurar un edificio en condiciones inmejorables.
-Brinda proyección para ampliar de manera significativa la matrícula. En función de la demanda real de nuestra comunidad.
-Descentraliza la prestación del servicio y ofrece cercanía a las familias del barrio cementerio. -Posibilita unas mejores condiciones de satisfacción en el desarrollo de la jornada laboral para personal municipal.
En definitiva, se materializa la continuidad de una inversión sostenida en educación inicial como política de Estado Municipal. Un distintivo significativo de la gestión Radical en Saladillo.
Es justo un tema que nos permite estar orgullosos como radicales de esta gestión de gobierno. Sólo con mirar la foto regional de esta misma política en Alvear, 25 de Mayo, Roque Pérez, Tapalque, Las Flores o Bolívar, nos damos cuenta de que Saladillo duplica en cantidad de maternales y matrícula en cualquiera de las comparaciones.
Es importante entender que en gestión pública todos los días se define qué tipo de decisiones tomar; corruptas, populistas o Inteligentes. Si se escoge la primera, se va a utilizar recursos, información o bienes del Estado para beneficio personal y cometer un delito. Si se toman decisiones populistas, se va a fomentar un personalismo político fundado en la irracionalidad o en idealismos ineficientes estructurados y comunicados como relatos. Cómo última opción, uno puede orientar las acciones en base a decisiones inteligentes, basadas en evidencia, en datos, optimizando recursos y garantizando transparencia. Todas las decisiones tienen un costo. Pero, la gente eligió esta gestión para que se cuiden sus recursos, para que se tomen decisiones inteligentes y no pasionales.
Por último, en política cuando la crítica supuestamente “constructiva” se hace una constante y la descalificación personal un hábito, el límite entre ser oficialista u opositor se vuelve ilegible.

Juan Ignacio López Domínguez