Hernán Calcaterra, profesor y director del grupo, compartió con Radio LVA la emoción de dos décadas en las que este conjunto brinda un aporte a la cultura saladillense y algunas historias de sus inicios.

Narró que desde Capital Federal, donde vivía, daba clases en distintas ciudades, mientras bailaba con un ballet porteño. En sus días libres viajaba a enseñar y asistir a grupos de Luján, Lobos, Navarro. Y con un grupo de Lobos vinieron a bailar a Saladillo en el ‘99. Allí Juan Carlos Banegas y Rubén Bruno de la peña El Trébol, le compartieron la propuesta de formar una escuela de danzas.

“Para mí era algo nuevo, formar una escuela en donde por primera vez yo pudiera formar a mis primeros alumnos. En Saladillo ya había escuelas de danzas con Mirta Tebe, Sole Del Greco, Marcelo Cáceres, Verónica Moscatello y Evangelina Acosta”, dijo.

Con el paso del tiempo, recordó Calcaterra, terminó de radicarse en Saladillo trabajando con la entonces directora de Cultura de la Municipalidad, Corina Sancho, en la intendencia de Carlos Gorosito. Entonces, comentó, fue convocado para armar un Pericón para el Centro Vasco Itxaropen, y más adelante fue contratado por el Municipio para dar clases hasta la actualidad.

“Estoy más que agradecido a las dos gestiones, la de Gorosito y la de Salomón porque cuidaron mi trabajo. Estoy muy contento por los padres, los alumnos de toda la vida, y me siento orgulloso de la gente de Saladillo”, dijo.

Desde hace más de 15 años, añadió, el cuerpo de baile se mantiene en un promedio de entre 100 y 150 participantes, lo cual refleja un interés y popularidad por el folclore en la comunidad. Contó que en los inicios hubo muchos grupos que con el tiempo se fueron desarmando y muchos de quienes integraban estos pasaron a tomar clases con él. “Se formó una gran familia y todavía tengo alumnos que comenzaron cuando inicie el ballet, y aprendieron a bailar conmigo desde pequeño”, destacó.

Haciendo un balance de dos décadas, Calcaterra indicó que no solo logró formar un grupo de baile sino también amistades y familia en Saladillo, luego de que aceptara este nuevo proyecto que no solo implicó danza sino también un compromiso sociocultural de insertar a nuevas personas en las danzas folclóricas.

“Hoy tenemos muchos bailarines que están demostrando lo que saben en otros sitios. Es algo que nadie esperaba en el principio, menos yo, pero fue y es un trabajo de mucho tiempo con muchos pilares como los alumnos, los padres, el Municipio. No todo el mérito es para mí, al contrario, yo soy una parte de todo esto”, afirmó.

Por otro lado, en el contexto de la actual pandemia del Covid-19, Caltaterra contó que está dictando sus clases mediante videoconferencia y con tutoriales no solo con estudiantes saladillenses sino también de otras ciudades como Chascomús, General Belgrano o Lobos en donde ya estaba trabajando. Si bien no le representa ningún problema esta modalidad, si criticó que esto desvincula al profesor del alumno y la presentación en los escenarios, pero afirmó que pronto esto dejará de ser así una vez volvamos a la normalidad.

“Esto no es fácil para nadie. El mundo está pasando por un momento económico y psicológico tremendo pero hay que adaptarse, no queda otra”, dijo.

Por último felicitó por este aniversario a todo su equipo, no solo a los bailarines sino también a todos los que trabajan detrás de escena como  modistas, operadores, locutores y otros profesionales. “Todo Saladillo colaboró y sigue colaborando con el Grupo Coreográfico, porque si no lo haces con todo el pueblo no llegas a hacer nada”, señaló.