Mariana Jarolasky mantuvo un dialogo con Radio LVA en el cual contó de que se trata el Mes del Compostaje, que tiene lugar desde el Día del Agua el 22 de marzo hasta el Día de la Tierra el 22 de abril, en una iniciativa promovida por diversos organismos del Estado y ONGs.
Comentó que esta propuesta surge de Mario Parodi, ambientalista y activista santafesino, con el propósito de fomentar difundir la práctica del compostaje en todos los niveles, desde los hogares particulares hasta las huertas comunitarias. Esta iniciativa alcanzó a todo el país e incluso a otros países de la región, y sus impulsores lo consideran como una celebración que quiere llegar no solo a la población sino a la generación de políticas públicas.
“La intención es que aprendamos a dejar de generar basura y separar lo reciclable en origen, es decir en nuestras casas, dejando lo orgánico por otro lado para hacer compost. Buscamos generar la cultura del compost y gestionar satisfactoriamente nuestros consumos transformándolos en abono, fertilizantes para nuestras plantas”, dijo.
En ese sentido Jarolasky contó que trabajan con los municipios generando mesas de trabajo e intercambio de saberes, con el apoyo y presentación de profesionales, personal del INTA y del CONICET y de una agrupación que impulsa el compostaje a gran escala.
“El compostaje no solo se puede hacer en casa sino también en el campo con las heces de los animales o los restos de la cosecha o la poda. Necesitamos que el compost esté integrado en nuestra economía y un elemento indiscutible de nuestra cultura, para la mejora de nuestra salud. Tenemos una batalla muy grande contra la pereza y el escepticismo, y de creer que las pequeñas acciones no cambian las cosas”, dijo.
Y añadió: “Tenemos que tener en cuenta que somos parte de la naturaleza y empezar este tipo de prácticas que nos den la fuerza y la mirada sobre los entornos para cuidarlos y sentirnos parte. Empezamos a andar el camino un poco tarde pero en las escuelas por suerte se empieza a generar y a trabajar en el tema”.