River – Boca | Un clásico asoma en Núñez

Dos viejos conocidos del vecindario se verán nuevamente las caras hoy domingo en el Estadio Antonio Vespucio Liberti, a la hora señalada de las 17:00, cuando el árbitro de la contienda quien impartirá la justicia, autorice a rodar la más preciada, y con ello se pondrá en marcha otra edición del superclásico del fútbol argentino.
En el marco de una fecha asociada a la Liga Argentina, el huésped River Plate recibirá en su remozada casa de Núñez a su similar Boca Juniors.
En la previa de un encuentro de esta envergadura, y en donde existe una historia entre ambos que reviste una rivalidad en el tiempo, se declama en la jerga futbolera la frase típica “un clásico es un clásico”. Y como en todo clásico conlleva a precisar los esbozos argumentativos, como se planteará hipotéticamente el desarrollo de los noventa minutos de disputa.
Va de suyo, que en el barrio de doña Rosa este concepto contenga una arista lineal al respecto, ya que el mismo ofrece un menú variado en su carta, no se obsequia el plato del día, las alternativas son diversas desde un manjar exquisito hasta una comida simple pero apetitosa. Tampoco, precisa una lógica, como aquella trazada por el gran Dante Panzeri sobre la dinámica de lo impensado.
En este tipo de contiendas no hay ni punto ni banca, y no hay un candidato que se proyecte como tendencia a boca de urnas, y en estos asuntos la balanza no tiene una inclinación alguna. A partir del inicio del cotejo se dirimirá quien optimiza los recursos técnicos, tácticos y estratégicos a la hora de reflejar en cancha lo preparado. El Monumental será testigo de dos equipos que trasuntan por diferentes momentos deportivos. Empero, en cuanto a lo concerniente en sus rendimientos, realidades, y resultados sin lugar a dudas el emparejamiento es muy homogéneo, que lo llevan en la antesala a cotizar en alza en la bolsa de valores.
Con respecto a lo que atañe al equipo conducido por Marcelo Gallardo, siempre apuesta desde su estadía en el banquillo millonario a la idea del juego asociado, un equipo corto, pretencioso en el buen uso del balón, con una propuesta apoyada en sus laterales, contención y dinamismo en la mitad de la cancha, y en la explosión en los últimos metros. Se apoya en su eficacia para ser determinante en el score final.
Por su parte, el conjunto de la ribera al mando de Sebastián Battaglia, hace su debut como entrenador en un cotejo de estas características. Cosechó desde su llegada al banco xeneixe 18 puntos de 21 jugados, con 8 partidos sin derrota alguna, en síntesis como diría Santo Biasatti, invicto desde que asumió como director técnico de la primera división. Su salto a esta división estuvo dimensionado por lo aportado en la reserva; allí con su visión de un juego moderno, apostando a los juveniles, con un intención de presión alta, con aporte en sus bandas en su ida y vuelta, con una férrea dupla de centrales, con volantes pretenciosos en la dinámica y rápidos en su desmarque, el pase preciso, el coligarse entre sus intérpretes, el vincularse a la idea del trato digno de la pelota, y con un extremo por los costados y el faro entre los centrales.
Aún, su búsqueda por esa identidad, por esa impronta en su manera de juego, está en formación, le faltan muchas materias por dar, tiene la teoría estudiada, carece en la práctica de una seguridad ante bolillas que no han sido adquiridas, pero es un alumno aplicado, inteligente avezado que intentará seguir aplicando los conocimientos con el transitar de la cursada.
Estamos en presencia de un evento deportivo singular. Hay credenciales y garantías para observar un gran encuentro por la proposición del uno y el otro. Se abre una nueva etapa con la vuelta del público hacia los pagos más esperados. Solo falta el pitazo inicial y que la protagonista sea ella, la pelota.

Por Hugo Bernardo Perugini

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