Monseñor Alberto Bochatey, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de La Plata y amigo del nuevo Papa León XIV, dialogó en exclusiva con Radio LVA sobre su relación con él, contó detalles sobre su personalidad, y opinó sobre la expectativa que ha generado en el mundo su elección tras la muerte del Papa Francisco.
La relación entre ambos, contó, se debe a que los dos son parte de la misma orden religiosa, la de San Agustín, y también son del mismo año de formación cuando estudiaron juntos en Roma aunque en carreras distintas. “A él lo enviaron desde Estados Unidos para estudiar Derecho Canónico y a mí desde Argentina a estudiar Teología Moral y Bioética, pero vivíamos en el mismo convento y con los mismos horarios”, contó.
A partir de ese encuentro se sentó una amistad que trascendió el tiempo, no solo en el estudio sino también en las responsabilidades dentro de la orden, y luego cuando Prevost fue elegido como superior mayor de los agustinos lo convoca para trabajar a su lado como superior de estudios de la orden en Roma.
“Es una excelente persona, muy buen amigo, muy reservado y muy serio, pero también muy afable. El 9 de marzo de 2013 me nombran obispo y él vino desde Roma para acompañarme en ese evento fundamental de mi vida”, recordó Bochatey.
Sobre las expectativas generadas por la elección del cardenal Prevost y su asunción como el papa León XIV, el obispo señaló que ha caído muy bien en la comunidad en general, y que son muchos los que están contento con su elección, destacando sus palabras, su presencia y su sonrisa.
“Es un hombre con muchas capacidades. Va a ser una continuidad a Francisco, aunque creo que es un antecesor porque durante toda su vida siempre hizo las cosas que el papa Francisco sistematizó en la Iglesia: una Iglesia en salida, que busca la misión. El padre Prevost hace tiempo cuando lo ordenaron sacerdote en Chicago, en lugar de quedarse pidió salir a misionar, quedándose muchos años en Perú”, contó.
“El que sea serio no quiere decir que sea ni aburrido, ni retrogrado, ni conservador. Es más bien un hombre de pocas palabras, muy amable y cordial. No tiene esa frescura de improvisación que tenía el papa Francisco que era propio de su personalidad, pero si será un hombre de reflexión y espiritualidad que es lo que uno busca en un papa”, agregó.
Bochatey opinó que el desafío personal que tendrá el nuevo sumo pontífice es la comparación constante con el papado de Francisco, y señaló que “lo peor que podría hacer es imitarlo” aunque seguramente seguirá muchas de las indicaciones y de las propuestas pastorales del pontífice argentino. Y en general, agregó que deberá afrontar los desafíos del mundo actual, algo que se reflejó en su primer mensaje al mundo donde pidió por la Paz.
Por otro lado, dijo que la elección del nombre sería un marcado homenaje al papa León XIII quien impulsó la doctrina social de la iglesia y logró introducir a la iglesia en el mundo moderno, dejando de lado el Siglo XIX y entrando en los cambiantes tiempos del Siglo XX.