“La salida de la pandemia va a ser algo nuevo y nosotros seremos distintos”
La psicoanalista Irma Iribarne compartió con nuestro medio algunas impresiones sobre como la cuarentena y la emergencia sanitaria modificó nuestras maneras de hacer la vida cotidiana.
Entre el dilema entre cuidar la salud física y la economía, expresó que en este momento se eligió preservar la vida, aunque sea difícil maniobrar en esa delgada línea que existe entre ambas.
“Si nos comparamos con otros países, vemos que estamos mejor, hemos respondido rápidamente, la gobernabilidad ha sido eficaz, se priorizó la vida”, dijo.
Asimismo con el marco de la cuarentena, señaló que fue necesario el obedecer y cumplir con los pasos a seguir, siendo respetuosos y buenos ciudadanos. Esto, dijo, llevó a que también se necesite inventar maneras de sobrellevar el tiempo de encierro y como comunicarnos, como con las videollamadas, o tomar nuevas actividades como estudiar, realizar actividades artísticas u otras recreaciones.
“Ante estas cuestiones de encierro y la angustia que surge, nos sentimos frágiles, vulnerables y con incertidumbre. Es como estar en una película de catástrofes, cuesta saber cómo responder, y que palabras utilizamos”, afirmó.
En cuanto al estado anímico de las personas, Iribarne destacó que al principio hubo un desconcierto muy grande y más adelante en general surgió un “querer acomodarse” de diferentes maneras. Pero también están quienes se sienten más angustiados, no pueden hacer mucho más en su situación y necesitan un acompañamiento más de cerca.
“La compañía debe ser dosificada, estar en un lugar pequeño los mismos todo el tiempo, no sabemos que hacer todo el tiempo. Esta bueno la compañía pero también los espacios privados, los encuentros con amigos y los colegas. En esta situación el Internet es fantástico, nos aporta muchísimo, como los juegos, entretenimientos y comunicación”, afirmó.
En otra cuestión, se mostró sorprendida por lo rápido que ámbitos como la educación se adaptaron a la tecnología para seguir funcionando, y destacó que eso es muy bueno porque la pandemia arrasó con todo lo que estaba predeterminado con el día a día de como vivíamos.
Dijo además que la salida va a ser algo nuevo, diferente, y que nosotros también somos diferentes y no vamos a quedar igual una vez termine la pandemia. “Vamos a cambiar ciertas cuestiones, vamos a tener que acomodarnos a una nueva manera de estar en sociedad”, manifestó.
Yendo al ámbito hogareño, señaló que la pandemia también les permitió a todos redescubrir la casa y el estar juntos más tiempo, aunque remarcó que no es lo mismo el espacio disponible en una casa que en un departamento.
“Hay que apelar a la paciencia a poder soportar detalles del otro que por ahí en la vida cotidiana que antes teníamos no estaban o no se veían, ahora es más cruda la situación. Lo que se puede hacer es pedir ayuda, la municipalidad cuenta con un grupo de profesionales, para que puedan conversar sobre lo que les está pasando y se sientan acompañados desde ahí”, dijo.
Y agregó: “Esto hace que tengamos que movernos todo el tiempo, tengamos que inventar nuevas formas, apelar a la invención y a los recursos que cada uno tenga, si no están, hay que buscarlos y pedir ayuda. Como en la vida hay que buscar la buena manera de hacer las cosas. Hay cosas que pueden tomarse de una manera muy trágica y otras que si tomamos la buena manera pueden soportarse mejor”.
Señaló otro aporte posible para esta situación es el arte y expresó que el distanciamiento, el uso del barbijo, y las plazas podrían abrirse espacios donde los artistas independientes, afectados también económicamente por la situación, puedan hacer algo interesante favorecidos también por la actual situación epidemiológica de la ciudad.
Por último, recomendó que para pasar mejor esta situación particular se debe buscar en los propios recursos que se tiene en casa para innovarse y hacer algo nuevo, estudiar, investigar o pensar sobre algo que deseabas hacer y hacerlo.