Pablo Boisserenc compartió con nuestro medio la alegría de que su pequeño emprendimiento haya cumplido 15 años de vida, donde sumaron muchas experiencias y vivieron altas y bajas.
«Cuando todos cerraban por ser feriado, yo abría (risas). Venia de trabajar en la fabrica de Nestlé donde estuve cuatro años, donde en noviembre de 2003 quede cesante y luego trabajamos con un socio hasta que nos separamos», recordó.
En todo este tiempo, comentó, debieron afrontar junto a su equipo todas las situaciones vividas en nuestro país, con mejores y peores momentos, pero afirmó estar contento por todo el esfuerzo realizado por seguir adelante, donde incluso muchos de sus empleados luego pusieron sus propias herrerías.
«Hoy comparto gran parte de mi tiempo con mi hijo. Nuestra herrería se dedica principalmente a reparaciones de maquinarias agrícolas, y además de la herrería me dedico a la venta de monitores y pilotos de siembra, portarrollos, estufas y otras cosas. Hacemos un poco de todo», contó sonriente.