La joven japonesa Kaori Orita, quien reside en Buenos Aires desde hace cinco años, compartió con Radio LVA su experiencia con el Tango, un género que le apasiona y enamora desde muy joven, y por el cual cruzó el mundo persiguiendo su sueño de cantarlo.

Contó que cuando visitó nuestro país por primera vez nunca se imaginó que llegaría a quedarse aquí ni ser cantante, pero en ese momento buscaba su camino de vida y Buenos Aires era su sueño desde que los 13 años comenzó a bailar tango en su Japón natal.

“Para una japonesa ir por un mes a otro país, dejando su trabajo, es una locura. Pero yo vine, y mientras bailaba en la milonga escuchaba tangos tan hermosos. Me enamoré del tango como música y decidí ser cantante. Cuando volví a Japón dejé todo y me instalé en Argentina para aprender a cantar”, dijo.

El sueño de aprender a cantar tangos como se canta en Argentina le emocionó mucho, ya que en Japón notaba una diferencia en los tangos que allí se cantaban, y por eso emprendió el desafío de conocer la cultura argentina y la historia del “2×4”. Al llegar, contó Kaori, le sorprendió el caos de Buenos Aires y admitió que en los primeros días le costó acostumbrarse al bullicio y la inseguridad de la Capital Federal, distinto a lo que ocurre en Japón. “Cuando escuchaba los gritos de futbol, pensaba que había empezado una guerra porque eras muy fuerte para mí”, comentó entre risas.

Por otro lado, destacó la capacidad de los argentinos de resolver los problemas que le surgen en el cotidiano, algo que los japoneses no están acostumbrados debido a que en sus casas todo funciona a la perfección y recurren a la obediencia y el respeto al orden y las reglas. “No sé cómo lo hacen. Ustedes (argentinos) son unos genios”, dijo. Igualmente valoró el gran afecto y cariño que los argentinos expresan a sus familias, mientras que en su país se busca la perfección en el trabajo y se descuidan las relaciones familiares.

Mientras progresaba en su sueño, dijo, trabajó en un restaurante japonés pero luego tuvo una gran oportunidad cuando ganó un trabajo para aparecer en la serie televisiva “Educando a Nina”, a partir de lo cual comenzó a recibir otras ofertas laborales. Luego de mucho trabajo, comentó Kaori, hoy se encuentra ahora trabajando en la producción de su primer trabajo discográfico en el cual colaboraron muchos de sus amigos de Japón mediante una recaudación de fondos.

“Viví estos años en una situación muy difícil económicamente, porque vine a Argentina casi sin nada, y nunca imaginaba que iba a poder sacar un disco. Pero una vez mi maestra me lo propuso y puse un proyecto de crowdfunding, y amigos de Japón empezaron a ayudarme mucho porque decían que vivir en Argentina por el tango ‘era una locura’ pero querían soñar conmigo”, dijo.