“En Francia la gente se toman el confinamiento muy enserio”

Alejandro Gallego, saladillense residente en Francia, brindó a Radio LVA un panorama de primera mano de cómo se vive en Europa el confinamiento por la pandemia del Coronavirus, en su caso como empleado de hotel en un centro de ski en los Alpes, cercano a la frontera con Suiza e Italia.

“Fue todo muy rápido, estaba trabajando en hotel y me llegaban noticias de Argentina, preguntándome como estábamos acá. Al no tener televisión no me enteraba mucho del Coronavirus, y en cuestión de cinco días el hotel cerró y recomendaron a los hospedados marcharse porque se iniciaba el confinamiento”, relató Gallego sobre los primeros días de la pandemia.

Comentó además que al inicio de la cuarentena había muchos turistas en el centro y que al conocerse las medidas tomadas por el gobierno debieron retornar a sus casas en su mayoría, mientras los que contaban con departamentos en el lugar se quedaron encerrados.

“Teníamos mucho miedo porque el trabajo nos bridaba el salario y un departamento, y al quedarnos sin trabajo no teníamos donde ir y ni tampoco salario. Por suerte nuestros jefes nos ofrecieron un departamento propio del hotel y recibimos un salario de desempleo del Estado hasta el fin de nuestro contrato”, relató.

Gallego añadió que mantiene contacto con otros argentinos que están varados en Francia, quienes les cuentan que muchos de los que viajaron allí con visa de trabajo ya no tienen empleo ni hospedaje ni sueldo, y a esto se suma que quedaron sin posibilidad de regresar a Argentina porque los aeropuertos están cerrados.

“Entre todos nos fuimos dando una mano, ya sea con alojamiento o comida, información o vuelos de repatriación. Es una situación muy angustiante, estamos desesperados porque estamos lejos de nuestras familias y sin trabajo”, afirmó.

Por su parte comentó que su familia estuvo en contacto con él y se tranquilizaron de que estuviera en una zona aislada de Francia, y no en las grandes ciudades donde el Coronavirus hace estragos. Asimismo comentó que los ciudadanos franceses se toman el confinamiento muy enserio y estrictamente, tomando las medidas de seguridad para transitar afuera, haciendo pedidos por internet para las compras de primera necesidad, o permaneciendo prácticamente todo el tiempo en sus casas y solo saliendo si es necesario.

“Compañeros en Lyon dicen que prácticamente es una ciudad fantasma, no hay nadie en las calles. Están asustados porque hay una gran cantidad de fallecidos por el virus, pero hay estar tranquilos y respetar las decisiones que se tomaron. Francia cerró sus fronteras y no se pueden ni entrar ni salir”, dijo.

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