“Aerolíneas trabaja para cumplir la misión de traer a los varados”

El comandante Gustavo Giménez, piloto de Aerolíneas Argentinas que estuvo a cargo de uno de los últimos vuelos de repatriación de argentinos varados en el extranjero, dialogo con Radio LVA sobre esta experiencia nueva generada por la pandemia del Covid-19.

Señaló que las operaciones diarias fueron paradas y que ahora se están organizando vuelos nuevos de los Airbus 330, los de mayor capacidad internacional, para buscar a más argentinos que quedaron varados en varios países del mundo, aunque por el momento esperan desarrollar todos con el mayor orden posible.

“Hemos traído personas desde Miami y Cancún. Vamos con tripulaciones reforzadas y no bajamos en el lugar de destino. Esos fueron los dos vuelos que me tocó realizar. Tomamos todas las medidas de higiene”, dijo.

Dijo que por las características de esta situación, estos vuelos son prácticamente sanitarios, con el menor contacto de los tripulantes y el personal con los pasajeros para evitar posibles contagios.

“Nosotros los pilotos estamos bastante más alejados de los pasajeros. Nuestra misión es traerlos en las mejores condiciones de profilaxis que se pueda. Yo hice el vuelo de ida, con el avión vacío, y mi compañero a bordo se encargó de la vuelta”, dijo.

Giménez contó que se recibió de piloto en 1978 y en la empresa aeronáutica nacional cumplió 31 años de servicio, iniciando a volar en 1989. Afirmó que esta es la primera vez que le toca experimentar una situación como la actual, con la pandemia del Covid-19 asustando a todo el mundo. Recordó que algo similar a esto fue cuando durante la Guerra de Malvinas en 1982 se utilizaron los aviones de vuelos de cabotaje para llevar insumos a las islas.

“El Estado ha sido muy cuidadoso en su rol y se está haciendo cargo. Aerolíneas no programa los vuelos que se están haciendo, los hace Cancillería. No tienen nada que ver con lo comercial. En este momento Aerolíneas es como si fuera la Fuerza Aérea, un instrumento más del Estado para cumplir con la misión de traer a estas personas”, afirmó.

 

Por otro lado, señaló que tanto el personal de vuelo como el de tierra trabajan voluntariamente en esta situación, desde quienes limpian los aviones, los mecánicos, tráfico aéreo, despachantes, meteorólogos, y demás. El objetivo, dijo, es asistir a estos vuelos de vuelta. Asimismo, la tripulación que está en contacto mayor con los pasajeros son los que deben cumplir con mayor exigencia de las medidas de higiene ya conocidas por todos.

“Si algún pasajero presenta en la vuelta algún síntoma, toda la tripulación queda en cuarentena obligatoria y no puede volver a volar. A mí no me paso así que estoy listo para otro vuelo, si me requieren. Como precaución tuve que vivir en el fondo de mi casa, en cuarentena voluntaria manteniendo distancia con mi familia”, contó el piloto.

Y agregó que los aeropuertos son puntos donde el peligro de contagio es mayor y por eso se toman todas las medidas de precaución, aunque destacó que son los médicos y enfermeros los que están en la primera línea luchando contra la enfermedad.

“Creo que hasta estaríamos obligados moralmente a traer a los argentinos en el exterior, porque quedaron completamente desamparados. Hay gente que se fue de buena fe, otros durante la cuarentena, pero quienes quedaron en el extranjero se quedaron afuera de los hoteles, viviendo en los aeropuertos. Pienso que pueden ser parientes míos y tenemos que traerlos para que hagan la cuarentena como corresponde”, dijo.

En lo personal, Giménez afirmó que esta es una lucha que la línea aérea de bandera debe emprender en estos casos, estando en la primera fila, y aseguró que en esta situación “no hay héroes, hay gente responsable” porque considera que solo cumplieron con su deber.

En estos vuelos, agregó, se viven una mezcla de sensaciones entre la alegría de traer a los que quedaron varados, y la angustia de saber que todavía hay muchos que quedaron allí.

“Una de las cosas más emocionantes que me pasó fue cuando llegamos a Cancún y tras hacer los trámites y subir otra vez al avión pasamos delante de los pasajeros que íbamos a traer. Ahí te das cuenta de la ovación que le dieron a toda la tripulación, la angustia que estaban viviendo, el descargo emocional de la gente que aplaude solo por la alegría de estar volviendo a casa”, dijo.

 

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