Tras la salida de Russo, para Boca “es hora de dar Battaglia”

Tras el alejamiento en la conducción técnica de Miguel Ángel Russo,  que por cierto ha dejado un sabor amargo en cuanto al rendimiento futbolístico, se abre un nuevo ciclo en la vida de Boca Juniors, una luz al final del camino, una nueva expectativa de lo que vendrá.

Ante la salida de la gestión anterior, el nuevo entrenador intentará darle al equipo una nueva cara, darle al rostro pálido, deslucido, ponerle otro maquillaje para que luzca radiante, con otro brillo en sus ojos, y dejar atrás un plantel timorato, con defensas bajas, sin fortalezas en su recuperación inmediata, que ha ofrecido en los últimos tiempos en el verde césped.

Para esta nueva etapa,  contará con Sebastián Battaglia, un niño mimado del club. Un archiconocido que en su haber cosechó en su etapa como jugador 17 títulos, un ex cinco de fuste, un ex patrón de la mitad de la cancha, un futbolista que dejó el alma vistiendo la azul y oro. Dejará su cargo de entrenador en la Reserva para dar un salto hacia adelante en su carrera profesional,  y se hará cargo de llevar adelante una misión no imposible, la de colocar al “Xeneixe”  en el lugar que intentó poner en las divisiones inferiores.

No será un emprendimiento sencillo, una tarea fácil conociendo al mundo Boca, todo lo contrario. Será un camino de espinas, de caminar siempre por los límites que propone esta institución, como la premisa mayor de estar siempre a la palestra de los acontecimientos, como así lo expresaba Alfio Basile en su etapa por estas latitudes, de “Acá tenés  que ganar, ganar y ganar. Boca es Sportivo Ganar Siempre”.

Con este pergamino, con este requerimiento de comandar a uno de los más grandes equipos del continente,  basará toda su estructura como lo hiciera por su paso por la Reserva y así continuar por esa senda. Será también acomodar las piezas, reordenar los estantes, la mixtura del equilibrio entre experiencia y juventud. Por ende, estará a su favor el conocimiento profuso del club, sus raíces que son las inferiores, el semillero, allí donde detectará que elementos pueden otorgarle créditos para su nuevo rol. Analizará en su esquema como un facilitador, en su trazado táctico, cuales son las promesas que emergieron  y tendrán un futuro prometedor y aquellas que con rodaje en primera están para vestirse la casaca azul y oro.

No tendrá que ir al conocimiento del material disponible, porque ahondará en su idea, en su libreto, y solo será expresar en terreno el concepto futbolístico pretendido. Esto le dará la identidad, esa imagen que procura aspirar para este remozado Boca. La huella será, o al menos eso probará que no sea un ensayo nada más. En su mente estará  ser protagonista, ser el actor principal y no el actor de reparto.

Por Hugo Bernardo Perugini ( Periodista deportivo )

 

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