En los últimos días estuve pensando en el futuro, con el porvenir, el que pasara cuando pase la pandemia.
Con la pandemia la vida cotidiana se modifico por completo y no hace falta aclararlo, vivimos como en una burbuja individual, en un sálvese quien pueda y como pueda. Estamos en un tiempo que corre en comparación con la velocidad de un rayo, a más de uno le pasa que nos encontramos perdidos, por ejemplo el correr de los días casi nadie sabe en que día vive o que fecha es, ya no nos reconocemos como personas ni reconocemos al otro, la pantalla, el barbijo son esa pared que nos divide de cierta forma y al mismo tiempo nos protege.
Por otro lado la incertidumbre sentimiento que nos invade y va aumentando con el correr de los días, el ¿qué hago ahora? Que hacemos ahora que ya hicimos todo, con la situación actual todos pasamos por todas las actividades habidas desde cocinar hacer deporte, descubrir nuevas actividades también reencontrarse con el otro, más de uno tuvo que aprender a vivir con el otro a vivir con lo que se tiene.
Pienso que cada día es una nueva aventura desde que nos despertamos hasta que nos vamos a dormir, lo que antes era algo simple como ir al supermercado hoy para muchos es el gran evento aquello que los llena de emoción, el salir aunque sea un rato es felicidad para más de uno, por otra parte se aprendieron muchas cosas, como a apreciar las pequeñas cosas, a quererse también. También nos invade un sentimiento que antes no era tan presente el extrañar, todos extrañamos a alguien, todos queremos que vuelva la normalidad, pero ahora viene la gran pregunta ¿qué vamos a hacer cuando se vuelva a la cotidianidad?
Algo está claro y es que todos cambiamos ya nada es igual, con el inicio de la pandemia tuvimos que renacer y vamos mutando día a día, hoy más que nunca debemos valorar todo y más que nada cuidarnos, cuídate y cuida al otro.
Por: Carolina Dadone Ledesma